14 de julio de 2013

La recuperación del SUTEBA y que tareas tenemos planteadas

Empecemos a debatir, y que mejor que tomar la pregunta a  Daniel James[1] que le hacen en la edición de hoy de La Nación ver acá[2], sobre, ¿cuáles son los desafíos actuales para el sindicalismo? Y por qué está pregunta merece una reflexión? Porque luego de una década, la seccional más importante del sindicato docente SUTEBA fue recuperado por sus trabajadores logrando derrotar a la lista Celeste de Baradel y  al gobierno. Este proceso, que tuvo motorizado por la conformación de la Lista Multicolor[3], lista que reúne a las 7 agrupaciones opositoras a la Celeste, desarrolló para su conformación un método democrático de discusión basado en plenarios de docentes afiliados y no afiliados que discutieron y votaron el programa y los candidatos de la lista, que entusiasmó a un amplio activismo que se expresó en los más de 500 fiscales que garantizaron la elección, evitando el fraude que intentó montar la Celeste y defendiendo el voto hasta altas horas de la misma noche de la elección, impidiendo con esta acción toda maniobra de la dirección burocrática del suteba que no tuvo mas remedio que aceptar su derrota.


Este proceso se desarrolló en medio de un creciente deterioro de la figura presidencial de CFK, una inflación que devora los salarios y un fin de ciclo kirchnerista que abre el juego a la división del peronismo y de las centrales sindicales, detrás de las distintas variantes patronales, y un ataque a los docentes y a los trabajadores imponiendo un techo por decreto a nivel salarial que fue rechazado por los trabajadores y hasta por la misma conducción celeste de Baradel (en ese momento CFK y Scioli estaban enfrentados por la sucesión presidencial) quien desarrollo un plan de lucha burocrático pero que fue tomado por cientos de miles de trabajadores, que pararon, se movilizaron y protagonizaron 8 jornadas de paro y movilización, que fueron levantadas sin consultar y aceptando el mismo porcentaje que CFK impuso por decreto en la paritaria nacional (en ese momento, mes de mayo, todos los sindicatos firmaron las paritarias de este año aceptando el techo salarial de CFK). Esto generó más bronca en la base docente que se terminó plasmando el 22 de mayo en la votación del SUTEBA, donde la oposición ganó en 11 seccionales, aunque la burocracia hizo fraude en 2 – San Martín-Tres de Febrero y Esteban Echeverría-Ezeiza- y solo reconoce el triunfo en 9 seccionales, esto con la ayuda del Ministro Tomada.

Ahora, desde hace 10 días, la oposición que hemos asumido en Bahía Blanca, Ensenada, La Plata, Quilmes, Berazategui, Marcos Paz, Tigre y La Matanza y la pregunta par qué el sindicato, que desafíos tenemos vuelve a reabrir viejos y nuevos debates hacia adentro de la Multicolor y en los propios trabajadores que están esperando ver como actuamos ante la tarea de dirigir estos sindicatos seccionales.

Y ahí viene como primer cuestionamiento la respuesta de James que plantea: “es cada vez más importante para los sindicatos trascender la demanda sectorial y ofrecer un análisis sobre el todo.  ... es difícil limitarse a luchar por los derechos cotidianos de los afiliados. … Pero, al mismo tiempo, hace falta ofrecer alternativas coherentes en términos de las prioridades sociales. … Los docentes, los ferroviarios, los trabajadores del subte. Ellos conocen y viven los problemas al pie de la letra. Pero muchas veces el sindicato no los expresa en una visión más amplia o renuncia a pensarlo. Prima el viejo modelo sindical. En Brasil está apareciendo, finalmente, gracias a lo que está pasando en las calles. … Hizo falta una rebelión en las calles”.

Los sindicatos docentes recuperados, tenemos que tomar las demandas de la calle, las que sufren los trabajadores precarizados, el 45% de la fuerza laboral, que dejan su vida de fábrica en fábrica y son despedidos cada tres meses con el consentimiento de los dirigentes vendidos de los gremios, la pelea por la salud y la educación pública de calidad en base a la triplicación del presupuesto en base al quite de subsidios a la educación y salud privada y el no pago de la deuda externa, tenemos que levantar las demandas del transporte, donde millones de trabajadores viajan hacinados día a día y pierden miles de horas al año en el viaje a su lugar de trabajo, mientras los empresarios amasan fortunas en base al subsidio del gobierno, tenemos que levantar la demanda de viviendas para el pueblo trabajador; sólo en la provincia de Buenos Aires hay más de 1 millón de familias, alrededor de 4 millones de personas, que no tienen vivienda propia mientras unos pocos miles disfrutan de mansiones y countries, tenemos que exigir que todos los funcionarios, diputados, ministros, jueces ganen como una maestra, basta de que esa casta de políticos viva como millonarios mientras nosotros, el pueblo trabajador, tenemos que trabajar 8, 10 o 12 horas para llegar a fin de mes! Y los docentes, juntos a sus herramientas de organización y lucha, los sindicatos recuperados tenemos un rol en la sociedad que potencia y amplia la capacidad de unir a los explotados y oprimidos de los barrios de La Matanza, que es nuestra inserción territorial y nuestro rol como educadores, nuestra llegada a la familia trabajadora que manda sus hijos a la escuela pública, esa conquista de la clase obrera bastardeada y atacada por todos los gobiernos, militares, radicales, peronistas, aliancistas, kirchneristas, pero que resiste y perdura en la resistencia de los trabajadores de la educación y del pueblo trabajador.


Porque tenemos muchas demandas que levantar, nos tenemos que preparar, anticipar, organizar en un organismo común, democrático y de lucha a todos los que enfrentan la prepotencia patronal, a los que se sacaron de encima a la burocracia sindical, a los que enfrentan la represión y la persecución, a los que están cansados de dejar su vida en las fábricas, en los colectivos o trenes mientras un puñado de parásitos, los dueños del país, viven en la riqueza más extrema, por eso nos tenemos que proponer junto a poner el pie el cuerpo de delegados del SUTEBA, y discutir esta perspectiva, tenemos que dar los primeros pasos en reagruparnos, poner en pie encuentros, plenarios o coordinadoras, como la de los ’70 o como la del Alto Valle en Neuquén en el 2000, para empezar a luchar unidos como clase, para desarrollar un organismo de frente único que agrupe a los explotados y oprimidos de nuestra región con una perspectiva de independencia de clase y un programa para que la clase trabajadora y el pueblo imponga sus demandas. Si no lo hacemos, los gobiernos y las patronales tendrán un handicap para atacarnos lugar por lugar, y golpearnos para debilitarnos sector por sector. O la propia realidad impondrá la respuesta en las calles y habremos perdido un tiempo precioso para que nuestra clase llegue en las mejores condiciones a las batallas por venir.


Desde la Marrón apostamos a desarrollar y forjar esta alianza de clases, para que la clase obrera conquiste la hegemonía política de los explotados y oprimidos y avance a discutir y levantar la perspectiva de acabar con la explotación del hombre por el hombre y empiece a pelear por un gobierno propio, un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre.



Ariel Iglesias, secretario de organización del SUTEBA Matanza



Próximo post, sindicato, cambiar algo para que nada cambie o cambiar todo de raíz y poner en pie un sindicato clasista, un balance necesario de la experiencia Violeta del 2000 al 2003 y los sutebas opositores del 2003 al 2009


[1] Sociólogo inglés que escribió el libro: Resistencia e integración en 1990, sobre el sindicalismo peronista.

[2] http://www.lanacion.com.ar/1600534-daniel-james-cristina-hace-suyos-los-peores-prejuicios-de-la-clase-media-sobre-los-sindicato


[3] Lista Rosa-Fucsia-Azul y Blanca-Marrón-Índigo-Rojinegro

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